jueves, 4 de junio de 2015

Si me regalas una sonrisa tengo la luna



Por: Idolkis arguelles Berdión   

Cualquiera podría ser tu nombre, Melissa, Jorgito, Pedrito o María, Natalí, no sé…, me das una sonrisa y desvanezco la recia corteza de los avatares del día.
Verte crecer fuerte, al amparo del más robusto de los árboles que se yergue a tu paso, pero a la par de los tiempos; reconocerte sano, inteligente, hermoso es el mejor regalo y mayor placer que pueda sentir.
En un inicio endeble, pequeño, y poco a poco constatar tus éxitos, los primeros pasos en el Círculo Infantil, luego la Escuela, advertirte profundamente humano, impregnado de los mejores modos de decir y hacer, rodeado de música y deportes, con una palabra ardiente en los labios, compartiendo con tus amiguitos del aula y el barrio, hacerme feliz, a pesar de las horas concedidas para tu formación.
La llegada de un nuevo día saboreando tu sonrisa es como si una fuerza mayor parara, por un instante, al veloz tiempo. La sorpresa es tu mejor aliada, bueno, en verdad la mía y cómo la disfruto, al fin y al cabo muchas veces soñé con ella y con tu corta edad me das ese privilegio.
No hay nada superior que un niño, es el símbolo perfecto del sosiego en medio de la más cruel tormenta. No crean que es fácil sentirse satisfechos, requiere esfuerzo y dedicación sin límites, guiar sus pasos no es tarea que se logre de un tirón y moldearlos, mucho menos; sin embargo, sigo apostando por su sonrisa.
La infancia es el período de vida más feliz, al menos así yo lo recuerdo. Ojalá que los niños ya convertidos en hombres no se olviden de eso jamás y trabajen intensamente para lograrlo.
La candidez de tu sonrisa me hace bien, tal vez, un día de estos, el que menos me imagino, me percato que has crecido, pero para mi seguirás siendo un niño, al que le di vida, o al que le enseñé las primeras lecciones, y la sonrisa permanecerá ahí, una y otra vez, a flor de piel, mostrando la grandeza de la vida.

martes, 2 de junio de 2015

Destaca Guantánamo con mayor tasa de natalidad en Cuba


Por: Idolkis Arguelles Berdión

El nacimiento de un bebé sano es siempre motivo de alegría. Para la sociedad algo más que una contribución a la natalidad, un factor decisivo para determinar el incremento de la población.
La más oriental de las provincias cubanas, Guantánamo, concluyó 2014 con una tasa de natalidad de 13,5 cada mil habitantes, la mayor del país, seguida por Santiago de Cuba y Granma. Sin embargo, las estadísticas durante el último lustro señalan un decrecimiento.
El Dr. Ángel Giraudy Lewis, responsable del Programa de Atención Materno Infantil, asegura que cinco años atrás sobrepasaba los 15, y su descenso tiene que ver con la disminución de los nacimientos y también con las migraciones, aún cuando algo más de la mitad de la población femenina guantanamera se encuentra en edad óptima para el embarazo, es decir en edad fértil.
"El pasado año, la cantidad de nacidos ubicó al territorio en octavo lugar entre sus similares", comenta el especialista en Ginecobstetricia.
Aspecto significativo a destacar en la tendencia decreciente de la natalidad es la actual tasa bruta de reproducción que resulta insuficiente para el remplazo generacional que se precisa, al ser cada vez menor el número de niñas que nacen por mujer. De ahí que elevar los niveles de salud reproductiva de la futura madre constituya prioridad del sistema de Salud.
La población guantanamera representa el 4,6 por ciento del total del archipiélago, y aunque en el último censo indicaba como la más joven, también es estimable la esperanza de vida que alcanza, lo que habla de un alto índice de envejecimiento; un fenómeno sociodemográfico, complejo, que precisa de acciones integrales, que conduzcan a revertir la tendencia hoy presente, que apunta a una disminución en la población total.